Día de los veteranos en Nueva York
La fecha del 11 de noviembre marca el final de la Primera Guerra Mundial, con la firma del armisticio entre los aliados y Alemania. En noviembre de 1919, el presidente Wilson declaró que quería recordar a los soldados que habían dado su vida para defender Estados Unidos, iniciando las celebraciones que se renuevan cada año y que con el tiempo han ampliado el homenaje ya no sólo a los soldados desconocidos.
De hecho, en Estados Unidos se honran a todos aquellos que participaron en las guerras para servir la Patria. Por iniciativa del Consejo Unido de Veteranos de Guerra, el Día de los Veteranos conmemora a los muertos en combate pero también celebra a los veteranos, agradeciéndoles por su patriotismo y valentía en nombre de la libertad y la democracia de la nación.
Ya no sólo en memoria del armisticio de 1918, sino que las ceremonias están dedicadas a todos aquellos que participaron y participan en las operaciones militares de Estados Unidos.
Considerado un feriado nacional, durante el 11 de noviembre las oficinas federales están cerradas, las escuelas generalmente también están cerradas y, en aquellas instituciones que permanecen abiertas, las lecciones se organizan de manera que los estudiantes tomen conciencia y participen en la conmemoración, con reuniones y eventos debates sobre el tema.
La ceremonia en Nueva York
La ceremonia principal se abre en Nueva York a las 10 horas, en el Madison Square Park con el encendido de la Llama Eterna al soldado desconocido y, a continuación, se extienden largos desfiles entre las calles 23 y 57 por la Quinta Avenida.
Hay aproximadamente 23 mil asistentes al desfile entre soldados, bandas oficiales, filas de vehículos de guerra, soldados a caballo, veteranos, honores, asociaciones militares y no militares, familias de soldados. Es un evento nacional impresionante y emocionante que muestra a los propios estadounidenses, pero también a los turistas, el gran sentido de pertenencia a la nación, el reconocimiento a una bandera que une a millones de personas bajo un mismo espíritu de libertad.
También se realizan ceremonias en otras ciudades americanas donde hay un monumento al soldado caído y especialmente en los principales cementerios militares.
En Washington, por ejemplo, no se organiza un desfile, pero el homenaje al soldado se realiza en el Cementerio Nacional de Arlington. Durante el día, dondequiera que se exhiba la bandera estadounidense, está a media asta y generalmente a las 11 de la mañana se guarda un minuto de silencio.
