Lugares poco conocidos de Nueva York
Lugares poco conocidos de Nueva York

Lugares poco conocidos de Nueva York

Cuando pensamos en Nueva York, inmediatamente nos vienen a la mente imágenes icónicas como la Estatua de la Libertad, Times Square y Central Park.

Sin embargo, esta ciudad también esconde tesoros menos conocidos, joyas realmente fascinantes que ofrecen una perspectiva única de la ciudad. Si te gusta ir más allá de las rutas turísticas habituales durante tus viajes, estos 12 lugares poco conocidos de Nueva York te sorprenderán y encantarán.

Desde el misterioso encanto de City Hall Station hasta los tranquilos oasis verdes de Greenacre Park y Wave Hill, cada destino cuenta una historia diferente de la ciudad que nunca duerme. Prepárate para descubrir un lado de Nueva York que pocos conocen, pero que merece ser explorado y admirado.

1. City Hall Station

City Hall Loop, Manhattan - Estaciones de metro abandonadas en Nueva York
City Hall Loop, Manhattan – Estaciones de metro abandonadas en Nueva York

También hablo de ella en el artículo sobre “estaciones de metro abandonadas de Nueva York” y el primer lugar poco conocido de Nueva York que merece la pena visitar, en mi opinión, es la estación City Hall. Imagínate entrar en una máquina del tiempo y retroceder más de un siglo, a una época en la que las estaciones de metro no sólo eran funcionales, sino también verdaderas obras maestras arquitectónicas.

La estación City Hall, inaugurada en 1904, fue la estación terminal original de la primera línea de metro de la ciudad. Diseñada por Rafael Guastavino, esta estación es una joya escondida con sus impresionantes bóvedas románicas, tragaluces con vidrieras y azulejos vidriados. Aunque cerrada al público desde 1945, su belleza eterna permanece intacta, encantando a cualquiera que tenga la suerte de verlo.

Cómo visitarla

¿Pero cómo puedes visitarla? No es fácil, pero vale la pena esforzarse.

La estación City Hall es visible en el recorrido que ofrece el Museo del Tránsito de Nueva York, que ocasionalmente organiza visitas guiadas. Estas visitas te permiten caminar entre sus elegantes columnas y admirar de cerca los detalles arquitectónicos que la han convertido en una de las estaciones más bellas del mundo. Se organizan visitas guiadas periódicamente y el coste, que no es precisamente barato, es de 50 dólares por persona, pero las entradas sólo pueden ser adquiridas por socios. Cuesta $65 convertirse en miembro, por lo que una visita a la estación City Hall cuesta $115. Al hacerte miembro también podrás visitar el Brooklyn Transit Museum de forma gratuita.

Alternativamente, puedes echar un vistazo a la estación desde lejos tomando la línea 6 del metro hasta la terminal Brooklyn Bridge-City Hall. Mientras el tren se prepara para regresar al norte, pasará lentamente por la antigua estación del Ayuntamiento, brindándole una visión rápida pero fascinante de esta maravilla subterránea.

Entonces, la próxima vez que estés en Nueva York, tómate un momento para explorar esta parte oculta de la historia de la ciudad. Te encontrarás inmerso en una época pasada, en un lugar que encarna el lujo y la grandeza de principios del siglo XX.

2. The Elevated Acre

El elevado Acre 55 Water Street, Nueva York
El elevado Acre 55 Water Street, Nueva York

Siguiendo nuestro recorrido por los lugares menos conocidos de Nueva York, llegamos a The Elevated Acre. Imagínate estar inmerso en el caos del distrito financiero de Manhattan, con el incesante ruido del tráfico y el frenético ir y venir de los peatones. Ahora imagina encontrar una escalera escondida que te aleje de todo esto, hacia un oasis de tranquilidad y verdor suspendido en el cielo.

The Elevated Acre es un jardín secreto ubicado en 55 Water Street, entre los rascacielos del distrito financiero. Este espacio verde de un acre, encima de un edificio, es un refugio perfecto para quienes buscan un poco de paz en el corazón de la ciudad. Con césped bien cuidado, jardines de flores e incluso un anfiteatro, The Elevated Acre ofrece una porción de naturaleza inesperada y reparadora.

Cómo visitarlo

Para llegar a este paraíso escondido, busca la entrada entre Water Street y Old Slip. Una escalera mecánica te llevará hasta allí, lejos del bullicio de la ciudad. Una vez que llegues, te encontrarás frente a un espacio abierto con una vista espectacular del East River y el Puente de Brooklyn. Es el lugar ideal para un relajante almuerzo, una lectura tranquila o simplemente disfrutar de la belleza del paisaje urbano.

Elevated Acre también es un punto de encuentro para eventos comunitarios, conciertos al aire libre y proyecciones de películas durante el verano. Su ambiente íntimo lo convierte en un lugar perfecto para eventos especiales o simplemente para pasar tiempo solo o en compañía de amigos.

Entonces, la próxima vez que estés en el distrito financiero, tómate un momento para descubrir este rincón escondido. The Elevated Acre es una joya secreta que te ofrece un soplo de aire fresco y una perspectiva diferente de la ciudad que nunca duerme.

3. Greenacre Park

Greenacre Park y las cascadas, Nueva York
Greenacre Park y las cascadas, Nueva York

Continuamos nuestro viaje por los lugares menos conocidos de Nueva York con una auténtica joya escondida en el corazón del Midtown Manhattan: Greenacre Park. En medio de rascacielos y frenesí urbano, este pequeño parque secreto es un remanso de tranquilidad que a menudo escapa a los ojos de los transeúntes apresurados.

Greenacre Park, ubicado entre la calle 51 y la Segunda Avenida, es un oasis de paz que cubre sólo 600 metros cuadrados. A pesar de su pequeño tamaño, este parque ofrece una experiencia única de serenidad y belleza natural. La característica más fascinante del parque es la cascada de 7,5 metros de altura, cuyo relajante sonido ahoga el ruido del tráfico de la ciudad, creando una atmósfera de calma casi irreal.

El parque, diseñado en 1971 por Hideo Sasaki con la generosa donación de la filántropa Abby Rockefeller Mauzé, es un ejemplo perfecto de cómo hasta los espacios más pequeños pueden transformarse en lugares de gran impacto estético y funcional. Encontrarás plantas exuberantes, árboles con sombra, cómodas sillas y mesas donde podrás sentarte y disfrutar de la tranquilidad que te rodea. Es el lugar ideal para un relajante almuerzo, una charla con un amigo o simplemente para retirarse con un buen libro.

Cómo visitarlo

Visitar el Parque Greenacre es bastante sencillo. Como mencioné, está ubicado en el centro de Manhattan. Si necesitas llegar en metro, las estaciones más cercanas son: 51st Street por donde pasa la línea 6 y Lexington Av/53 St por donde pasa la línea E.

Una vez allí, rápidamente te darás cuenta de lo sorprendente que es encontrar un rincón tan tranquilo en una zona tan transitada de la ciudad. Es uno de esos lugares que te hacen sentir como si hubieras descubierto un secreto bien guardado, un lugar donde la naturaleza y la arquitectura se encuentran para ofrecer un momento de serenidad inesperada.

4. Atrio de la Fundación Ford

Ford Foundation Atrium, Nueva York
Ford Foundation Atrium, Nueva York

Nuestro viaje por los lugares poco conocidos de Nueva York nos lleva ahora al Atrio de la Fundación Ford, un tesoro escondido que combina arquitectura y naturaleza de una manera única y fascinante. Ubicado en 320 East 43rd Street, entre la Segunda Avenida y la Plaza de las Naciones Unidas, este jardín interior es una maravilla verde en el corazón del centro de Manhattan.


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Al ingresar al atrio de la Fundación Ford, te encontrarás inmerso en un jardín tropical cubierto que se extiende sobre un área de más de 4.000 metros cuadrados. Diseñado en la década de 1960 por Kevin Roche y Dan Kiley, el atrio es un ejemplo pionero de diseño sostenible, con plantas exuberantes, árboles altos y una serie de senderos serpenteantes que permiten explorar este espacio verde en paz.

La luz natural inunda el atrio a través del techo de cristal, creando un ambiente luminoso y acogedor en todas las estaciones. Las plantas tropicales, las flores de colores y los pequeños estanques con peces dan la impresión de estar en una jungla urbana, lejos del caos de la ciudad. El ambiente tranquilo y relajante hace que este lugar sea perfecto para una pausa de reflexión o para trabajar en un entorno estimulante y diferente.

Cómo visitarlo

El atrio de la Fundación Ford está abierto al público durante el horario comercial, lo que te permite visitarlo libremente y disfrutar de su belleza. Si eres un amante de la naturaleza, un entusiasta de la arquitectura o simplemente buscas un lugar tranquilo para relajarte, este espacio es un hallazgo sorprendente que no te decepcionará. Deberás traer un documento contigo. Si viajas en un grupo de más de 5 personas será necesario reservar la visita enviando un correo electrónico. Puedes encontrar toda la información en la web oficial.

Además de su función estética, el atrio refleja el compromiso de la Fundación Ford con la sostenibilidad y la inclusión. Todo el edificio, recientemente renovado, fue diseñado teniendo en cuenta criterios ecológicos y de accesibilidad, lo que lo convierte en un brillante ejemplo de cómo la naturaleza y la modernidad pueden coexistir armoniosamente.

5. Pomander Walk

Pomander Walk, Nueva York
Pomander Walk, Nueva York

En pleno corazón de Nueva York, a unos pasos del ritmo frenético de la ciudad, hay un rincón que parece sacado directamente de un libro de cuentos: Pomander Walk. Este lugar encantado es un pequeño barrio residencial ubicado entre las calles 94 y 95, entre West End Avenue y Broadway, en el Upper West Side.

Pomander Walk es una colección de casas de estilo Tudor, construidas en 1921 por Thomas Healy, un restaurador local. El nombre y la inspiración de la arquitectura provienen de una obra de teatro británica del mismo nombre, y todo el complejo fue diseñado para evocar el encanto de un pintoresco pueblo inglés. Al entrar por la puerta que da acceso a este mundo oculto, sentirás que has sido transportado a otro tiempo y lugar.

Las casas, con sus tejados inclinados, balcones llenos de flores y fachadas de colores brillantes, dan a un estrecho paseo peatonal, creando una atmósfera íntima y acogedora. Aunque Pomander Walk es propiedad privada y el acceso está limitado a los residentes y sus invitados, aún puedes disfrutar de su belleza desde el exterior y soñar con vivir en una de estas cabañas de cuento de hadas.

Una de las características más fascinantes de Pomander Walk es su capacidad para hacerte olvidar el caos de la ciudad. Aquí, los sonidos del tráfico parecen lejanos y la vida fluye a un ritmo más lento y relajado. Es un rincón de paz y serenidad que ofrece un sorprendente contraste con el entorno urbano que lo rodea.

Pomander Walk es también un ejemplo de cómo la historia y la cultura se pueden preservar e integrar en el tejido moderno de Nueva York. A pesar del tiempo y las presiones del desarrollo urbano, este pequeño pueblo se ha mantenido intacto, manteniendo su carácter único y su encanto atemporal.

6. Ruinas del hospital de viruela de la isla Roosevelt

Las ruinas del Hospital de la Viruela
Las ruinas del Hospital de la Viruela

Continuando con nuestro recorrido por los lugares menos conocidos de Nueva York, nos dirigimos hacia Roosevelt Island, una isla alargada y estrecha situada en el East River, entre Manhattan y Queens. Aquí, en un rincón remoto y pintoresco, se encuentran las ruinas del Hospital de Viruela Roosevelt Island, un lugar fascinante y ligeramente inquietante que ofrece una mirada al pasado médico de la ciudad.

El Hospital Roosevelt Island Smallpox, diseñado por el arquitecto James Renwick Jr., abrió sus puertas en 1856 como el primer hospital en los Estados Unidos dedicado exclusivamente al tratamiento de la viruela. Este edificio gótico, construido con granito tosco, tiene una presencia imponente pero misteriosa, con sus paredes cubiertas de hiedra y ventanas vacías que dan a la ciudad.

Las ruinas del hospital, también conocido como Renwick Smallpox Hospital, son ahora un cascarón vacío, pero aún conservan el encanto y la solemnidad de una época pasada. Abandonado en 1950, el edificio quedó en ruinas y hoy es uno de los pocos ejemplos de arquitectura gótica en ruinas en Nueva York. A pesar de su estado de abandono, las ruinas fueron designadas monumento histórico en 1972 y atraen a visitantes curiosos y amantes de la historia.

Para visitar las ruinas, toma el teleférico de Roosevelt Island desde el lado este de Manhattan, una experiencia que en sí misma ofrece vistas espectaculares de la ciudad y el río. Una vez en la isla, dirígete al lado sur, donde encontrarás el Smallpox Hospital dentro de Southpoint Park. Aunque el acceso directo al interior de las ruinas está prohibido por motivos de seguridad, puedes acercarte lo suficiente para admirar la arquitectura y sentir el ambiente histórico del lugar.

Caminando por las ruinas, imagina las historias de quienes fueron tratados aquí y reflexiona sobre cuánto han cambiado la medicina y la sociedad desde entonces.

7. Cementerio Green-Wood

Cementerio Green-Wood, Brooklyn
Cementerio Green-Wood, Brooklyn

En esta ocasión dejamos Manhattan y continuamos nuestro viaje por los lugares poco conocidos de Nueva York, hasta Brooklyn, donde se encuentra un lugar de extraordinaria belleza y tranquilidad: el Cementerio Green-Wood. Más que un simple cementerio, Green-Wood es un verdadero parque histórico, un oasis de verdor y serenidad que ofrece un refrescante descanso del ritmo frenético de la ciudad.

Fundado en 1838, el cementerio Green-Wood es uno de los cementerios rurales más antiguos y prestigiosos de los Estados Unidos. Se extiende por más de 190 acres de colinas, lagos, senderos arbolados e imponentes monumentos. El cementerio es el lugar de descanso final de muchas figuras históricas importantes, incluidos Leonard Bernstein, Boss Tweed y Jean-Michel Basquiat, lo que lo convierte en un lugar de gran interés histórico y cultural.

Al ingresar a Green-Wood, te encontrarás en un entorno que combina la belleza natural con el arte monumental. Los majestuosos arcos góticos de la entrada, diseñados por Richard Upjohn, te dan la bienvenida y te invitan a explorar los senderos serpenteantes que serpentean entre tumbas, estatuas y mausoleos ornamentados. Las vistas panorámicas del horizonte de Manhattan desde lo alto de Battle Hill, el punto más alto de Brooklyn, son sencillamente espectaculares.

Además de su función como cementerio, Green-Wood es un lugar de gran biodiversidad. Los árboles maduros, los macizos de flores y los numerosos estanques atraen a una amplia variedad de aves y otros animales salvajes, lo que lo convierte en un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y los observadores de aves. Las caminatas guiadas, organizadas por el Fondo Histórico Green-Wood, ofrecen la oportunidad de aprender sobre la rica historia y la belleza natural del cementerio.

Cómo visitarlo

Para visitar el cementerio Green-Wood, puedes tomar el metro hasta la parada 25th Street de la línea R, que está a pocos pasos de la entrada principal. El cementerio está abierto al público todos los días del año y la entrada es gratuita. Es un lugar perfecto para un paseo meditativo, descubrir historias del pasado y admirar el arte funerario en un contexto de extraordinaria belleza paisajística.

8. Wave Hill, Bronx

Wave Hill en el Bronx con el río Hudson al fondo
Wave Hill en el Bronx con el río Hudson al fondo

Continuando con nuestra exploración de los lugares poco conocidos de Nueva York, nos dirigimos al Bronx, hogar de una de las joyas escondidas más encantadoras de la ciudad: Wave Hill. Este magnífico jardín público y centro cultural, ubicado a orillas del río Hudson, ofrece impresionantes vistas panorámicas y una experiencia única de tranquilidad y belleza natural.

Wave Hill abarca 11 acres de jardines, césped y bosques bien cuidados, y ofrece un refugio ideal para aquellos que buscan alejarse del caos de la ciudad. Originalmente una residencia privada construida en 1843, la propiedad se transformó en un jardín público en la década de 1960 y desde entonces ha recibido a visitantes deseosos de sumergirse en su serena belleza.

Uno de los aspectos más fascinantes de Wave Hill es la variedad de sus jardines temáticos. Puedes pasear por el jardín herbáceo perenne, explorar el jardín de sombra con sus plantas amantes de la sombra y disfrutar de las espectaculares vistas del río Hudson y Palisades desde el césped de Wave Hill. Cada rincón del jardín está cuidado con mimo, ofreciendo una experiencia visual y sensorial extraordinaria.

Wave Hill no es sólo un lugar de belleza natural, sino también un vibrante centro cultural. Wave Hill House, una casa histórica ubicada en la propiedad, alberga exposiciones de arte, conferencias, talleres y conciertos. Los invernaderos, que albergan una gran variedad de plantas exóticas, son otra atracción ineludible, especialmente agradable de visitar durante los meses de invierno.

Cómo visitarlo

Para llegar a Wave Hill, puedes tomar la línea 1 del metro hasta la parada Van Cortlandt Park/West 242nd Street, luego el autobús gratuito Wave Hill que sale cada hora y te llevará directamente a la entrada del jardín. Wave Hill está abierto todo el año y ofrece varios eventos de temporada, por lo que siempre hay algo nuevo que descubrir.

Se puede visitar de martes a domingo y los miércoles la entrada es gratuita.

9. Japan Society

Nuestro viaje por los lugares menos conocidos de Nueva York nos lleva ahora de regreso al Midtown Manhattan, donde hay una institución cultural que ofrece una ventana fascinante a Japón: la Japan Society. Fundada en 1907, la Sociedad Japonesa es un centro cultural dedicado a promover el entendimiento mutuo entre los japoneses y los estadounidenses a través del arte, la educación y el diálogo.

Ubicada en 333 East 47th Street, la Japan Society alberga una amplia gama de programas culturales que incluyen exposiciones de arte, representaciones teatrales, proyecciones de películas, conferencias y talleres. Al ingresar al moderno edificio diseñado por el arquitecto Junzo Yoshimura, te encontrarás inmerso en un ambiente que combina armoniosamente elementos tradicionales japoneses con diseño contemporáneo.

Uno de los principales atractivos de la Sociedad Japonesa es su galería de arte, que presenta exposiciones temporales de artistas japoneses contemporáneos e históricos. Las exposiciones abarcan una amplia gama de disciplinas artísticas, desde el arte tradicional como el ukiyo-e y la cerámica, hasta obras más modernas y vanguardistas. Cada exposición está cuidadosamente seleccionada para ofrecer una experiencia educativa y estimulante.

La Sociedad Japonesa también es conocida por su programa de cine, que presenta una selección de películas japonesas, desde clásicos de Akira Kurosawa y Yasujiro Ozu, hasta los éxitos más recientes de directores contemporáneos. Las proyecciones suelen ir acompañadas de debates y encuentros con directores, actores y críticos de cine, lo que ofrece una oportunidad única para profundizar sus conocimientos sobre el cine japonés.

Además de arte y cine, la Sociedad Japonesa organiza periódicamente representaciones de teatro, danza y música tradicional japonesa, así como conferencias sobre temas culturales, sociales y políticos. El centro educativo de la Japan Society ofrece cursos de idioma japonés para todos los niveles, así como talleres de caligrafía, ceremonia del té y otros aspectos de la cultura japonesa.

Cómo visitarla

Para visitar la Sociedad Japonesa, puedes tomar el metro hasta la parada Grand Central Terminal, que está a pocos pasos. La Sociedad Japonesa está abierta todo el año y la mayoría de sus eventos y exposiciones son accesibles al público mediante el pago de una entrada.

10. Snug Harbor Cultural Center & Botanical Garden

Centro Cultural Snug Harbor, Staten Island
Centro Cultural Snug Harbor, Staten Island

En esta ocasión nos trasladamos al distrito más lejano de Nueva York: Staten Island, donde se encuentra uno de los complejos culturales y botánicos más fascinantes de la ciudad: el Snug Harbor Cultural Center & Botanical Garden. Este vasto complejo, que alguna vez fue una casa de retiro para marineros, es ahora un vibrante centro cultural y un encantador jardín botánico que ofrece algo para todos.

Ubicado en 1000 Richmond Terrace, Snug Harbor se encuentra en 34 acres de terrenos históricos y hermosos jardines. Fundado en 1833, el complejo conserva muchos de los edificios originales del Renacimiento griego y victorianos, que han sido cuidadosamente restaurados para albergar museos, galerías de arte, teatros y espacios para eventos.

Uno de los aspectos más destacados de Snug Harbor es su jardín botánico, que incluye una serie de jardines temáticos, cada uno de los cuales ofrece una experiencia única. El Jardín Herbario Chino, por ejemplo, es uno de los pocos jardines chinos auténticos en Estados Unidos, con pabellones, puentes y estanques que crean una atmósfera de paz y serenidad. El Jardín Toscano, inspirado en los jardines del Renacimiento italiano, es otra joya, con sus fuentes, esculturas y macizos de flores.

Además de los jardines, Snug Harbor también alberga varios museos y galerías de arte. El Centro Newhouse de Arte Contemporáneo presenta exposiciones de artistas contemporáneos, mientras que la Colección Noble Maritime celebra la historia marítima de Staten Island y Estados Unidos. El Museo de Staten Island, ubicado dentro del complejo, ofrece exhibiciones que van desde historia natural hasta arte e historia local.

Cómo visitarlo

Para llegar a Snug Harbor, puedes tomar el ferry gratuito a Staten Island desde el Bajo Manhattan y luego un corto viaje en autobús o taxi hasta el complejo. Snug Harbor está abierto todo el año y ofrece entrada gratuita o a precio moderado a la mayoría de sus atracciones.

11. The Cloisters

Los claustros, Nueva York
Los claustros, Nueva York

Nuestro viaje por los lugares poco conocidos de Nueva York nos lleva ahora a visitar The Cloisters, un museo único situado en Fort Tryon Park, en el Alto Manhattan. The Cloisters, una sucursal del Museo Metropolitano de Arte, está dedicada al arte y la arquitectura medieval europea y ofrece una experiencia fascinante e inmersiva que lo transportará al pasado.

Los Claustros, inaugurados en 1938, fueron diseñados para evocar la atmósfera de un monasterio medieval europeo. El museo consta de cinco claustros auténticos importados de Europa, que han sido reconstruidos e integrados con nuevos edificios. Estos claustros, rodeados de tranquilos jardines y patios, crean un ambiente sereno y contemplativo, perfecto para admirar las obras de arte medievales expuestas.

La colección de los Claustros incluye más de 5.000 objetos, entre esculturas, tapices, manuscritos iluminados, vidrieras y otros artefactos artísticos que datan de los siglos IX al XVI. Entre las piezas más famosas se encuentran los Tapices de Unicornios, una serie de siete tapices flamencos que representan la captura y la vida de un unicornio, y el Panel de Baltasar, un retablo del siglo XV. Cada sala del museo está diseñada para reflejar la arquitectura y la atmósfera del período al que pertenecen las obras expuestas, ofreciendo un contexto histórico rico y detallado.

Además de su colección de arte, The Cloisters es conocido por sus jardines medievales, que se recrean meticulosamente utilizando plantas y técnicas de jardinería medievales. Los jardines, ubicados en los distintos claustros del museo, incluyen plantas medicinales, flores y árboles frutales que eran comunes en los monasterios medievales. Caminar por estos jardines ofrece una experiencia sensorial única, con el aroma de hierbas y flores mezclándose con la tranquilidad del lugar.

Cómo visitarlo

Para visitar The Cloisters, puedes tomar el metro A hasta la parada Dyckman St y luego dar un corto paseo por Fort Tryon Park. El museo está abierto todo el año y la entrada está incluida en la entrada al Museo Metropolitano de Arte, lo que ofrece una excelente relación calidad-precio para los amantes del arte y la historia.

12. Little Red Lighthouse (Pequeño faro rojo)

The Little Red Lighthouse, Nueva York
The Little Red Lighthouse, Nueva York

Concluimos nuestro viaje por los lugares escondidos pero fascinantes de Nueva York visitando otra joya que merece la pena visitar: el Little Red Lighthouse. Ubicado dentro del Parque Fort Washington, justo debajo del Puente George Washington, este pequeño faro rojo es una pieza fascinante de la historia marítima de la ciudad y un símbolo de perseverancia y determinación.

El Little Red Lighthouse, conocido oficialmente como Jeffrey’s Hook Lighthouse, fue construido en 1880 y trasladado a su ubicación actual en 1921. Con sólo 40 pies de altura, es el faro más pequeño de Nueva York, pero tiene una gran importancia cultural gracias al famoso libro para niños de 1942, “El pequeño faro rojo y el gran puente gris” de Hildegarde Swift. El libro cuenta la historia de cómo el pequeño faro encuentra su propósito e importancia a pesar de la construcción del majestuoso puente sobre él.

Durante años, el Little Red Lighthouse guió a los barcos a lo largo del río Hudson, pero fue dado de baja en 1948 cuando el puente George Washington hizo que su servicio fuera redundante. Tras caer en desuso, el faro se salvó de la demolición gracias a una campaña pública inspirada en el libro de Swift. Hoy en día, lo mantiene el Servicio de Parques Nacionales y está abierto a los visitantes durante eventos especiales.

Cómo visitarlo

Para visitar el Little Red Lighthouse, puedes dar un tranquilo paseo por la vía verde del río Hudson, una ruta panorámica que ofrece vistas espectaculares del río y del horizonte de Manhattan. El faro está situado cerca de la calle 178 y también se puede llegar fácilmente desde la parada de metro de la línea A de la calle 175.

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